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Placer,

Residencia en Factoria Sta Rosa, Santiago , Chile, 2015

 

Un número de diez artistas consolidadas han acordado abandonar sus laboratorios de investigación, donde se desplazan mediante sus búsquedas como mujeres y artistas, para cruzar la ciudad y realizar nuevas experiencias en el histórico barrio Franklin, cuna de una cultura donde conviven muestras abyectas de la cultura oriental, junto a muebles de estilo pertenecientes a lejanas opulencias y ediciones incunables de grandes de la literatura como Vicente Huidobro. 

En un edificio de una antigua fábrica  textil se realizan las obras de estas creadoras que recogen el aliento del sector, donde se palpa un sentimiento de buscar origen, como la realización de una cultura popular  que se nutre día a día, y donde existe una renovación diaria del lenguaje junto a una culinaria de otras culturas. Las artistas convocadas han recibido ese mensaje y lo han interpretado:

 

Denise Blanchard con una nimias bolsas de té obtiene frisos de color y formas.

Ximena Cousiño, eximia dibujante con carboncillo, produce una pieza que recoge la melancolía del lugar.

Amelia Errázuriz, va directo a cambiar el destino de objetos encontrados de plástico, metal o juguetes y los resignifica otorgándoles categorías de esculturas en una singular instalación.

Maite Izquierdo, juega con espacio y altura para desplazar bolsas de origen desconocido pero llenas de fuerzas enigmáticas demostrando que existen muchas explicaciones de una obra.

María José Mir, diseña una obra donde mediante círculos resume la culinaria, reflejo de costumbres diversas desplazadas con sabiduría.

Carolina Oltra, mediante fotografías plantea una recuperación del edificio en un espacio de uso cotidiano que es el baño. Obra de envergadura donde el verde añejo se cubre de acrílico.

Catalina Prado, excelente dibujante, se apropia de manteles de hule para introducir imaginario de la publicidad de los años cincuenta.

Eliana Simonetti, construye con los afiches callejeros nuevas situaciones citadinas llenas de acertijos y cubiertas capas tras capas de aliento  renovado de lo déjá vu.

Guadalupe Valdés, conjuga el espacio  con pinturas de vibrante color y pinturas encontradas en el mercado de pulgas de la calle Placer.

Y Ángela Wilson usa un color restringido para dialogar con el edificio produciendo choques con el tiempo.

 

ESTA EXPOSICIÓN ES UNA VERDADERA CABALGATA DE UNAS MUJERES QUE HAN CONSTRUIDO UN NUEVO IMAGINARIO QUE MERECE NUESTRO RESPETO.

 

Ernesto Muñoz

Curador

Secretario AICA Chile

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